No cuento nada nuevo si digo que soy un gran holgazán. Tampoco introduzco ninguna novedad si digo que prefiero hacer cualquier cosa por estúpida que sea antes que estudiar. Así que guiándome por mis actuciones de mis últimos años, desaproveché el tiempo las navidades pasadas. Perdón, quería decir aprovechar. Y es que el maratón intenso de cine de gángsters ocupó el 80% de mis vacaciones navideñas.
Siempre he sido un fanático de este tipo de films. Querida y cruda realidad, violencia en su máxima expresión. Detesto esas películas cargadas de efectos visuales, donde no se muestran las cosas tal y como son. La sociedad está viciada de conflictos, agresiones y trampas. Nada mejor que una buena película de este género para comprobarlo. Muchas veces criticado, otras tantas alabado. Quizás sea el género que ha dado a Hollywood mayor proporción de clásicos. Pero claro, siempre estarán las mentes angelicales que se opondrán a la exhibición de sangre gratutita en la proyección de un largometraje. ¿Acaso no es un tema que día a día aparece en los telediarios? La vida es así, sin artificios, sin ordenadores capaces de hacer que un buen día durante un paseo un orco se cruce con nosotros por la calle. Lee el resto de esta entrada »
¿Qué tendrá Dalí para que, de repente, estalle una fiebre en Hollywood para llevar al cine la surrealista vida del pintor de Port Lligat? A mediados del mes de abril se estrenará en nuestro país el biopic Sin límites, en el que el apuesto Robert Pattinson (el vampiro de Crepúsculo) interpreta al artista, pero otros nombres del cine, muchos más ilustres que nuestro amigo Robert quieren ponerse los bigotes de Dalí: Antonio Banderas, Al Pacino, Johnny Depp e incluso el genial Peter O’Toole. Tema hay, desde luego, y anécdotas suculentas para llenar horas y horas de metraje. 
Tremendo revuelo el que se ha organizado en Italia. La censura de la película Brokeback Mountain por parte de la RAI ha suscitado las iras de los colectivos de gays y lesbianas, que ven en ello una provocación y una ofensa. ¿Pero cúal ha sido la causa de semejante enfado? Pues que al canal de televisión no se le ocurrió mejor cosa que hacer que emitir el film sin escenas explícitas de sexo, recortando el largometraje por todos lados. Ahora resulta que nuestros colegas transalpinos se alarman con la homosexualidad y la ocultan. Cuanto menos curioso, porque recordemos que hay un señor llamado Valentino que es un poco rarito (¿o es que este no es italiano?).
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